domingo, 31 de julio de 2016

Las siluetas de Audiffred.

Tengo casi cuatro décadas publicando en la prensa nacional. Mis palabras se han perdido (o ahí están) en La Jornada, Milenio, El Financiero, Reforma y sobre todo, en El Universal


Viene a cuento pues me emociona, aún me emociona, estar en las páginas diarias de un medio. 

Me emociona más cuando aparece un texto mio en primera plana y con un despliegue maravilloso. 

Lo consideraré como un regalo de mi próximo cumpleaños y como otro regalo para alguien más, cuya estela de luz me acompaña a diario y que en este día cumpliría años, también.

Les comparto mi texto dedicado a  Andrés Audiffred.




martes, 12 de julio de 2016

El día que se volvió noche. 25 años del eclipse

Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años. Un cuarto de siglo de esta historia que publiqué en El Universal, en 1991, hace 32 años.


Un día fue noche. 11 de julio de 1991.
En menos de dos minutos sucedieron ambos momentos, cuando sobrevino el eclipse más esperado y más temido de los últimos tiempos; la gente, los mexicanos, desafiaron a quienes nos inculcan la cultura del miedo.
Los concheros llegaron en bola, paseaban un Quetzalcóatl ejecutado con dulce, con alegría, en sentido alimenticio y en estado de ánimo. Anunciaban una nueva era en este lugar que, a decir de ellos, es el sitio más cósmico del mundo.
Es el Zócalo, lleno de aventuras, de hechos históricos, que se vistió de gala.  Nunca había visto tanta gente junta mirando al cielo desde tan diversas formas, la mayoría con su filtro, pero los hubo quienes, osados, miraron de reojo sin protección alguna; otros, tenían escafandras o goggles.
 “Lástima que tengamos que verlo así, los filtros son como condones para ver el sol”, comenta un joven.
Los ecos de Salvatore Quasimodo, el poeta italiano: “Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra traspasado por un rayo de sol, y de pronto es noche”. 
A las trece horas las campanas de Catedral repiquetearon con timidez.  El sol es atrapado espaciosamente. Como en la fiesta de Año Nuevo, la gente observa su reloj con ansiedad, con cierto temor, un temor natural, producto de la sabiduría de la espera de un nuevo momento, en que seremos testigos de un fenómeno que no sucede frecuentemente.
Las nubes cubren por completo al sol y la gente ruega por que aparezca. Las luces de las calles se encienden, el día empieza a oscurecer.
           “Y de pronto es de noche”.
Ya viene a la ciudad, ya pasó por otras partes.
“Una rayita, se ve una rayita, se ve una rayita”, grita un adolescente emocionado. 
Vuelan las palomas, las luces están encendidas por  todas partes.
Ya es de noche, la gente grita de júbilo mientras una señora mayor se persigna, se hinca y se pone a rezar un rosario, seguida por su familia.
Pero los demás estamos encantados.
“Ahorita se puede ver, sin bronca, con gusto”. 
“Arrepiéntanse de todos sus pecados”.
Pero nadie se arrepiente de nada.
“Échale güero”.
El sol está ahí, se puede mirar, observo directamente a un sol hermoso, lleno de vitalidad, aún cuando está cubierto por las nubes y no deja ver muchas cosas.  Sin embargo, de ahora en adelanta ya nadie me contará que es un eclipse.
La negra noche cubrió a la ciudad y la gente aplaude.
Siete minutos que transcurrieron aceleradamente.
Las luces de las lámparas que iluminan el Zócalo están encendidas.
El júbilo permanece.
Las campanas de catedral vuelven a repicar tímidamente.
Son las trece treinta en la Plaza Mayor, el centro cósmico del mundo empieza a clarear,  las palomas revolotean, de nuevo el sol, de nuevo la vida.
De nuevo vemos la claridad propia del medio día.
Recordamos entonces a Quasimodo: 
“Cada uno está solo 
en el corazón de la tierra,
traspasado por un rayo de sol
y de pronto es de noche”.

viernes, 8 de julio de 2016

Tres figuras para un domingo, en color


La segunda vez que aparecí en caricatura en El Universal, fue en 1996, hace casi veinte años , el 26 de octubre, cuando estaba por aparecer mi  libro  José Guadalupe Posada. Un artista en blanco y negro, publicado por CNCA, que lleva cuatro ediciones y que, sin duda, marco una ruta importante en mi vida.
Posada me ha conducido por caminos maravillosos de aprendizaje, de investigación, de encuentro con el ser del mexicano. 
Gracias a Posada, he caminado por todo el país mostrando su obra. Mejor aún, hace un par de años lo llevé (o me llevó) a España en una de las mejores experiencias que tengo.
La caricatura fue de Apebas y el gran gozo fue para mi pues, por si fuera poco, aparecí al lado de el cantante a quien amo y que ha sido un baluarte en mi vida, con quien he gozado, llorado; un hombre que me enseñó a creer y conocer y a ser mucho de lo que soy.
Y bueno, qué decir del otro gran personaje: Carlos Fuentes. Curiosamente en esos días releía Aura y caminaba por esas calles por donde transcurre.
Buena mañana, excelente sentir y vivir otro domingo inolvidable.





martes, 5 de julio de 2016

Tres figuras para un domingo

Corría el año de 1993 cuando editorial Planeta publicó mi libro El General en la Bombilla, en la colección Circulo de Arte, al lado de autores como José Agustín, Cristina Pacheco, Paco Ignacio Taibo I, entre otros.
Era el segundo libro que publicaba en esa coleccción, el anterior, Fidel. Una historia de poder, llegó a vender 20 mil ejemplares en cuatro ediciones y hubo una quinta, con otro título, Los primeros cien años de Fidel, y otra editorial, Nueva Imagen.
El domingo 5 de diciembre de 1993 tuve mi primer y mejor regalo pre-navideño al abrir las páginas de cultura de El Universal, y mirar esta caricatura que me hizo Apebas y estar al lado de un gran director de orquesta y un excelente escritor español.
Esa mañana fue de las más felices de mi vida.
 Años después, hubo otra caricatura, ya les contaré.





sábado, 2 de julio de 2016

MEMIN EN EL MUREF




“Memín Pinguín” llega con sus historias al Muref




     DOMINGO 26 DE JUNIO DE 2016
     11:24

    La exposición se titula "Memín Pinguín: México a través de la historieta" dedicada al personaje de caricatura que marcó la época de oro de ese género en el país.
    Durante la ceremonia inaugural, el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Jorge Carrera Robles, se refirió a las historietas de Memín Pinguín como un elemento aglutinador entre las culturas mexicanas.
    "Muchos de nosotros aprendimos a leer en estas historietas", dijo al tiempo de explicar que esta exposición es un retrato de los años 60 que invita a ver elementos que en ese tiempo, unían a una serie de comunidades dispersas a lo largo y ancho del país.
    Mencionó también que en aquellos años, además de Memín, había otros personajes e historietas que cuestionaban la conciencia nacional haciendo una crítica puntual hacia ciertos grupos políticos de México y las situaciones.
    "Todas estas historietas forman parte de una cultura popular. Hoy tenemos la oportunidad de conocer un trozo de nuestra historia nacional que marcó una forma de ser y de pensar, y que hoy por fortuna la tenemos aquí para disfrutarla", declaró.
    La exposición, que estará en este recinto hasta el 11 de septiembre, consta de material original en cartones e historietas, así como figuras de los personajes.
    Además, se presentan datos importantes como las interpretaciones del curador, Agustín Sánchez González, con respecto al impacto de este personaje en la sociedad mexicana, información acerca de su origen y supuesto desenlace.
    Liliana Fuentes Valles, directora del Muref, dio la bienvenida a los asistentes, invitándolos a recordar a este pequeño personaje por medio de esta exposición, y refirió que seguramente marcó etapas en la vida de muchos de los presentes.
    Con el objetivo de destacar la importancia de la caricatura como patrimonio cultural y resaltar su influencia en la sociedad mexicana, esta exposición se realiza a través del Patronato Amigos del Muref y el Centro INAH Chihuahua.
    Estará en Ciudad Juárez durante poco más de tres meses, dando oportunidad a los visitantes de retroceder en el tiempo a través su recorrido, pudiendo palpar, leer y disfrutar las historietas en el espacio de lectura.
    El personaje de Memín Pinguín nació en 1943 como parte de las historias de "Pepín", una publicación de novelas gráficas de donde surgieron otras grandes historietas como "La Familia Burrón", la cual revolucionó la lectura en México por sus grandes tirajes.
    Esta primera aparición de Memín tuvo como título original "Almas de niño". Fue concebida originalmente por la escritora Yolanda Vargas Dulché y dibujado por Alberto Cabrera, más no logró tener mayor impacto y el personaje desapareció de la revista.
    Veinte años después con Sixto Valencia como su dibujante, reapareció Memín Pinguín causando un gran impacto en la sociedad mexicana de aquellos tiempos.
    Se consolidó como una importante influencia dentro de la cultura popular y un referente de la época de oro de la historieta en México.
    El curador de la exposición, Agustín Sánchez González, presentó anteriormente la conferencia "Breve recorrido histórico de la caricatura y la historieta en México. Borola Tacuche y Memín Pinguín, dos figuras eternas", en donde habló acerca de la influencia de ambos personajes a lo largo de los años.
    La exposición "Memín Pinguín: México a través de la historieta" se presenta en la sala central del Muref, ubicado en la Zona Centro de Ciudad Juárez.

    El Museo Casa de Carranza exhibe, por primera vez, el mayor número de caricaturas dedicadas al varón de Cuatro Ciénegas

      El Museo Casa de Carranza exhibe, por primera vez, el mayor número de caricaturas dedicadas al varón de Cuatro Ciénegas La exposición &qu...