viernes, 26 de agosto de 2011

BOLA DE NIEVE

30 años sin Bola de Nieve
Agustín Sánchez González
La Jornada. México, 2 de octubre de 2001.




Disfruten al Bola mientras leen el texto


Hay hombres que nacen con un don y que lo desarrollan de manera extraordinaria para beneplácito del resto del mundo. Uno de los cantantes más maravillosos que han existido es Ignacio Villa y Fernández, mejor conocido como Bola de Nieve, gran artista que nació en Guanabacoa, el 11 de septiembre de 1911, y que este 2 de octubre cumple 30 años de haber desaparecido físicamente.
Bola de Nieve nos dejó y le tocó morir en la ciudad de México -sitio que amaba- justo pocos días después de cumplir 60 años.

Fue hijo de un cocinero y de una "negra, cuentera, organizadora de bailes y capaz de bailar la mejor rumba de cajón o el 'toque' de Yemayá", dice Raúl Martínez en un reportaje en la revista Cuba Internacional, de la que hemos tomado muchos de los datos que enunciamos más adelante.

Su abuelo era un mayombero (brujo negro), ñañigo, sabio en las yerbas y capataz en los muelles del puerto de La Habana. De esta forma, Bola creció en medio de los congos, carabalfes, comparsas de diablitos y salidas de cabildos en las calles de Guanabacoa en Día de Reyes.

Otro personaje importante en la vida de Bola fue su tía abuela Tomasa, Mamaquica, quien lo motivó y alentó al estudio de la música.

Precisamente en esa ciudad vivió uno de los santeros más importantes de Cuba: Arcadio, cuya estatua de cera se encuentra en el Museo de Santería de Guanabacoa donde, por cierto, se exhibe un traje de Bola.

Así, el cubano estuvo inmerso en la magia de la santería, los babalaos (sumos sacerdotes), la música y danzas bembé. De ahí se puede entender la magia que se vive al escucharlo cantar obras de su inspiración como: Drumi mobila, Carlota te morí, Manda conmigo papé; o de autores como Eliseo Grenet: Yambambó, Drume negrita; o de Nicolás Guillén: Vito Manue, entre otros.

Cada pieza interpretada por Bola es una delicia; canciones magistrales de distintos autores a las que imponía su estilo; lo mismo interpretaba boleros tradicionales de María Greever, José Sabré Marroquín, Mario Ruiz Armengol, Adolfo Guzmán o Vicente Garrido, que autores contemporáneos como John Lennon, de quien grabó Es tan difícil. Pero también puso su piano y voz en versiones de temas españoles, catalanes, italianos, estadunidenses o peruanos (su Flor de la Canela, de Chabuca Granda, es única).

Ignacio Villa y Fernández comenzó su trayectoria en México en el Politeama, en 1933, sitio donde acompañaba con su piano a la hoy casi olvidada estrella también cubana: Rita Montaner. Fue ella quien lo bautizó como Bola de Nieve, pues le parecía graciosa la cabeza rapada y tan negra del músico.

En nuestro país actuó al lado de las grandes estrellas de la época: Agustín Lara, María Greever y Guty Cárdenas. Bola decía que México era su otra patria. Poco después se incorporó a la compañía de otro grande: Ernesto Lecuona.

En 1948 se presentó en el Carnegie Hall de Nueva York y el New York Times lo comparó con grandes estrellas como Maurice Chevalier y Nat King Cole. La lista de estrellas con quien compartió es grande y lo mismo los lugares donde se presentó. Bola de Nieve se quedó con la Revolución, pudo irse como otras estrellas, pero optó por la nueva opción de vida que se presentaba en Cuba.


Fue en su segunda patria donde ocurrió su sorpresiva muerte, una verdadera pérdida nacional; el poeta Nicolás Guillén dijo que con Bola desaparecía una de las figuras artísticas de raíces hondamente cubanas. Ello ocurrió hace 30 años, pero como dice la canción de Vicente Garrido, Una semana sin ti, que interpretaba Bola: "Pero a veces quisiera volver a sentirte tan lejos, porque nunca te tuve tan cerca de mí".


http://www.jornada.unam.mx/2001/10/02/06aa1esp.html

domingo, 7 de agosto de 2011

Exhibirán rostros de medallistas olímpicos vistos por moneros

55 caricaturas de medallistas olímpicos mexicanos desde Los Ángeles 1932 hasta Beijing 2008, integrarán la exposición “Los Medallistas olímpicos vistos por moneros”.

Ciudad de México • Un total de 55 caricaturas de 45 cartonistas, de atletas que dieron a México una medalla en Juegos Olímpicos desde Los Ángeles 1932 hasta Beijing 2008, integrarán la exposición “Los Medallistas olímpicos vistos por moneros”.

La muestra, que presenta el trabajo de destacados y reconocidos cartonistas mexicanos, abrirá el 12 de octubre en el Museo del Periodismo de Guadalajara, en el marco de los XVI Juegos Panamericanos que este año se realizan en la capital tapatía del 14 al 30 de ese mes.

Desde Rafael Freyre Flores, uno de los grandes maestros de la caricatura mexicana, hasta los que muestran su trabajo en los principales diarios deportivos como Juan “Terrazas”, Alejandro Pérez Basurto "Apebas" y Cristian Garduño Ortiz “Rocko”, pasando por el decano David Carrillo, exhibirán sus trabajos.

Agustín Sánchez González, el curador de la muestra, aseguró que se trata de una exhibición con la que se rinde homenaje no sólo a los medallistas olímpicos sino a los cartonistas mexicanos que con su trabajo, muestran un retrato de la sociedad.

“Se busca hacer un homenaje a los grandes deportistas mexicanos y demostrar cómo la caricatura es un retrato de la sociedad. Los cartonistas son grandes retratistas de nuestra realidad, y de alguna manera es un homenaje a ambos gremios: caricaturistas y medallistas olímpicos.

“Si bien las malas noticias en este país son lo cotidiano, también hay buenas nuevas con grandes artistas y deportistas. Al final, los medallistas son un ejemplo para la sociedad, son un modelo que debiéramos seguir; seguramente si se diera un impulso más al deporte y la cultura, tendríamos menos violencia”, consideró.

Tras la exposición, en ese mismo espacio se presentará la reedición un texto derivado de dicha muestra, el cual cuenta con el apoyo del Instituto del Deporte en Puebla.

“El libro tuvo ya una primera edición en el 2004 y ahora será reeditado a color y con una mejor calidad; estará actualizado hasta los Juegos Olímpicos de Beijing”, comentó Sánchez.

En “Los Medallistas olímpicos vistos por moneros” destaca la participación del español Eduardo Robles Piquer (Ras), así como Andrés Audiffred, clásico entre los cartonistas mexicanos y de quien se exhibirá un cartón dedicado al clavadista Joaquín Capilla.

Francisco Cabañas Pardo y Gustavo Huet Bobadilla, los atletas que dieron las primeras medallas a México en 1932 en boxeo y tiro, respectivamente; así como Humberto Mariles Cortes, Alberto Valdés Ramos, Rubén Uriza Castro, Felipe Muñoz Kapamas, José Pedraza Zúñiga, Álvaro Gaxiola Robles y Pilar Roldán Tapia, son otros de los medallistas cuyas caricaturas se exhibirán.

Manuel Youshimatz Sotomayor, Ernesto Canto Gudiño, Ana Gabriela Guevara, Belem Guerrero Méndez, Oscar e Iridia Salazar Blanco, María del Rosario Espinoza, Guillermo Pérez, Paola Espinoza y Tatiana Ortiz, completan la muestra.

“Se trata de una lectura festiva, de demostrar a los hombres y mujer que a pesar de que muchas de las veces no cuentan con apoyos para participar en diferentes competencias, hacen un gran esfuerzo para ser campeones”, indicó Sánchez González.

A lo largo de su participación en Juegos olímpicos, México ha obtenido un total de 55 medallas en deportes oficiales: 12 de oro, 18 de plata y 25 de bronce.

El Museo Casa de Carranza exhibe, por primera vez, el mayor número de caricaturas dedicadas al varón de Cuatro Ciénegas

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